jueves, 16 de febrero de 2012

examen del cuello


Cuello


Para examinar el cuello se necesita una particular destreza y un amplio conocimiento ya que resulta muy fácil confundir elementos normales como músculos, estructuras cartilaginosas u oseas con procesos patológicos.


Inspección

En la inspección del cuello vamos a buscar asimetría, hinchazón, pulsaciones, fístulas, limitación de movimientos.

Palpación




La palpación debe realizarse con la punta palmar de los dedos. 
Se utiliza un movimiento delicado de rotación para descubrir la superficie lisa y dura de un nódulo hipertrofico.
El triangulo anterior se palpa manteniendo una mano detrás del occipital para flexionar el cuello y producir el grado e relajación necesaria. Se palpa la región submentoniana con la  cabeza menos flexionada.
Para palpar la región posterior se inclina y gira la cabeza hacia un lado para poder palpar el triangulo posterior. Se palpa esta región cuando el paciente tiene su cabeza ligeramente extendida. el examinador se pone detrás del paciente para palpar la región anterior y los lados del cuello, en esta misma posición se puede palpar la región supraclavicular y las pulsaciones de la arteria subclavia. Siempre hay que identificar la traquea y el músculo esternocleidomastoideo anterior y posterior.
En la palpación el medico puede estar tanto al frente, al lado o detrás del paciente.


Auscultación



Se ausculta las arterias subclavias, carótidas eternas, carótida interna. Si se escucha el soplo tanto sobre la arteria subclavia y la carótida significa hay una estenosis en la válvula aortita. Pero el soplo aislado sobre una sola arteria indica una estenosis localizada.


Ganglios cervicales




 Normalmente los ganglios linfáticos del cuello no son palpables ni mucho menos visibles puesto que son muy pequeños. Cuando se palpan o son visibles  en la mayoría de los casos son patológicos. Entonces el medico tendrá que describir :

Adenopatía o estructura normal
Número, tamaño, consistencia
Volumen, localización
Aislados o confluentes


Quiste tirogloso



Los quistes del conducto tirogloso constituyen las lesiones cervicales congénitas más frecuentes en los niños. Habitualmente son detectados entre los 2 y 10 años de edad aunque un porcentaje importante no son identificados sino hasta después de los 20 años. No existe una predilección por sexo. Se localiza en la línea media, Remitente, no doloroso y liso puede infectarse y formar una fístula.

Quiste y fístula bronquial



Localizada delante del músculo esternocleido mastoideo
A nivel de la división celular
Remitente, liso, indoloro
Puede infectarse
A vece se presenta como fístula

Higroma quístico



Son lesiones quísticas, de origen linfático que se presentan en la región cervical lateral. Voluminoso, translucido y  blando se sitúan en el cuello ampliamente.

Tumores cuerpo carotideo

Suelen confundirse con tumores congénitos del cuello,
Habitualmente benigno
Originado en los baroreceptores
De la bifurcación de la arteria carótida común
Más profundos y hacia delante.


Tortícolis



Congénito o adquirido
Significa cuello torcido
Rigidez anormal del músculo esternocleidomastoideo
Limitación del movimiento

El torticolis neonatal es consecuencia de la fibrosis y acortamiento del músculo esternocleidomastoideo, lo que tracciona el cuello y la cabeza hacia el lado afectado.